Saludos una semana más, me hubiese gustado hacer dos post semanales pero es un poco complicado, y más teniendo en cuenta que ya estamos en Noviembre y los exámenes y trabajos se acercan.
Hoy me gustaría hablar de algo más personal que no tiene que ver con ocio en Madrid, si no de mí y de cómo llegué hasta aquí.
Poco a poco verás que todos los acontecimientos están entrelazados… Hoy, 4 de noviembre he hecho mi primer examen de la carrera, la cosa se pone seria. Pues bien, justo este mes hace dos años, cuando comenzaba 1º de bachillerato, aún no sabía que quería estudiar, solo sabía que me había matriculado en ciencias, ya que era estudiosa y los profesores en 4º de la E.S.O me habían insistido que siguiese en esa modalidad (parecía que decidir ir por la rama de sociales era pecado). El caso es que yo comencé el curso, sin problemas, aprobaba los exámenes, pero algo estaba fallando, realmente no me veía en un futuro trabajando de nada relacionado con ciencias. Como soy un poco controladora y en ciertos aspectos de mi vida ,como los estudios, quiero tener claro lo que hago, decidí mirar las carreras y salidas profesionales que con lo que yo pretendía estudiar iba a conseguir. Comencé con la Universidad de Las Palmas y La Laguna, pero nada llamaba mi atención. Muchas veces buscaba en internet en qué consistían las carreras, “Ingeniería de Diseño Industrial” suena de maravilla pero al final no era lo que me imaginaba. Antes de comenzar a mirar carreras en universidades fuera de las islas me replanteé qué era realmente lo que se me daba bien, lo que me gustaba, de lo que podría vivir y no sentir que me había equivocado por seguir las normas que decían personas externas a mi. Yo buscaba algo donde pudiera desarrollar cualidades como la creatividad.
El caso es que conocí algo que se llamaba Marketing. Aunque en ese momento no tenía muy claro que eran tantos nombres como category manager, me interesó, seguí indagando y cada vez lo tenía más claro. Yo no quería estudiar una ingeniería, yo quería estudiar MARKETING.
El siguiente paso era ver qué posibilidades tenía de estudiar Marketing, y como carrera tenía que irme fuera, obviamente al final me fui a la única universidad pública de la Comunidad de Madrid en impartirla, Rey Juan Carlos. Pero eso ya es otra historia.
Cuando acabó bachillerato muchos de mis antiguos profesores me dijeron que había echo bien en tomar esa decisión. Ahora, después de dos años, cuando ya por fin estoy estudiando Marketing en Madrid, todos me preguntan ¿y te gusta lo que estas estudiando?, está claro que de todas las asignaturas hay unas que más y otras que menos. Pero el motivo que me ha llevado a escribir esta entrada fue el evento al que asistí el viernes pasado en el Museo del Traje, ELLE Works Day. En él se realizaron una serie de conferencias y charlas sobre el papel de la mujer en el mundo laboral. Aparte de que muchas sirvieron para adquirir más conocimientos, me hicieron ver que realmente no me había equivocado, y no solo estaba estudiando algo que me gustaba, si no que además estaba en posición de llegar a trabajar en sectores donde de otra forma no hubiese llegado, por mucho que me gustaran. Pude comprobar que no por haberme cambiado de modalidad me había cerrado puertas hacia el futuro, todo lo contrario.
El hecho es que (en especial a todas aquellas personas
que aún no saben qué estudiar) no dejes que otros decidan por ti, siempre es
bueno recibir consejos de gente que tiene experiencia, pero evita escuchar a
aquellos que quieren imponerte sus ideas sin estar fundamentadas. Trata de tomar
tus propias decisiones. Si no tienes claro lo que quieres estudiar haz una
lista de tus virtudes, de tus gustos, de lo que te apasiona. El mundo está cambiando y no por
estudiar ingeniería o derecho vas a tener más o menos éxito, la clave es ser tú
mismo.
El qué dirán, los pensamientos negativos y el
arrepentimiento son cosas que no deben afectarte. La toma de decisiones es algo
inevitable y lo harás durante toda tu vida, y dependiendo de cómo las afrontes
definirás tu futuro (pero tampoco te asustes jaja).
No hay mayor satisfacción que saber que lo has hecho
bien.